Creciendo al suelo.

Hay situaciones en que la confusión se apropia de la razón; que un sentimiento pasajero suele cambiarte el ritmo de tus pensamientos.

Creo que me estoy  yendo por tangentes, dejándome envolver en pasadizos que me van perdiendo, es así el ritmo de las vidas SUPONGO! Desviándonos por donde va el corazón, somos seres libres, pensantes, que pueden poner fin a situaciones adversas que nos llegan a hundir más que un barco partido en alta mar.

He entendido que el corazón es un motor de inspiración, de sentimientos, de pasiones, de palabras dulces es tan sensible que nos llega a sensibilizar todo el cuerpo. Como separar el sentir del corazón de la razón. Que el alma se queda intacta, es una luz que nos pueden consumir... Mi libertad es en realidad una incógnita que puede ser ajena. Metáfora libertad. ¿Quién la puede entender? Hacernos presos de un sentimiento y seguir viviendo ¿Viviendo para quién? Das tanto y dónde quedas tú... 

El amor que me sangro, el amor que me destruyo, el amor que me endulza, el amor que me hace vivir, el que me hace morir... Así se escucha en cada rincón de los amantes. ¿Dónde se nombra el amor propio? ¿Dónde quedo la inspiración para ti mismo?.. Se termino el amor, las tormentas traen consigo al sol, vivir está libertad me ayuda a entenderme a mí mismo. 

Por esperar el nuevo sol daré la mitad de mi vida en su llegada, un beso que me dure eterno y al comprenderme y estar seguro de archivar mis recuerdos ... Daré la otra mitad para que nunca se vaya.