Supuesto dulce amargo.

Un dulce destello que cautivo mi mirada en un silencio, un argumento repentino de dulces palabras al cielo y de vuelta al corazón, no sabía que había llegado el amor. Llego a tiempo con el tiempo en un camino jamás pensado, llego sin remedio tal vez con el viento. Viaje sus distancias las hice cortas, acorte el reloj lo hice menos pesado con besos y hechos. Camine en un lugar ajeno distinto al mío, y no había preocupación pues estabas tú conmigo.

Me he perdido, me perdí en tiempo y en espacio en aquél lugar. Me perdí y le ruego me regrese a mi lugar de origen donde no existían lágrimas, donde podía yo sonreír y la necesidad no me ultrajaba la paciencia. Le pido me encuentre hoy, no para salvarme sino para pararme se ha llevado mis piernas, mis fuerzas, mis metas y algunas ilusiones que ya parecen muertas... a penas respiran... 

Fue esa habitación donde los ruidos eran divertidos. Porno distorsionado y mutilado, donde el amor era la presencia más que la pasión y aquella esencia romántica pausando los sentidos, el silencio quedo a un lado ahogado. En un momento se apago la vela, su luz constante que consumía la cera de nuestro amor supuestamente bello.

Fue esa larga travesía que hoy me pesa, fueron esos besos que hoy me hacen trizas hasta llegar a cenizas que se las lleva el viento, fueron tantos momentos que hoy me pierden más de la cuenta, perdone que se lo diga pero fue esa habitación tierna que hoy me encarcela, mi peor condena que me culmina.






De errores se aprende y con usted me gradué de la mejor escuela.