Determinación

Me gusta pensar en cosas bonitas, las más agradables que hayan sido ante mis ojos; los hermosos paisajes que viví, los árboles extraños y enormes, el cielo azul con sus nubles blancas y esponjadas...
Así me gusta protegerme...

Existe un instante que te paraliza el alma, te hormiguea el estomago, te angustia, te da taquicardia, tiemblas, no sabes si todo esto es por coraje o tristeza, pero así pasa. Pasa cuando todo se pone gris, entras en shock emocional. Te invade todo tipo de lluvia, una lluvia pesada. 

Así soy, así me siento. De repente en un instante se derrumba todo y mi salida es pensar en eso, lo más hermoso. 

Corrí tan fuerte y con tanta desconfianza de la gente que no me fije lo que estaba haciendo, siempre caía en el mismo agujero, un agujero negro y profundo, no tenía fin. Pero, ahí estaba todo eso; mi escapatoria, mi escudo.  Me ayudaba, y lo sigue haciendo, en verdad. 

Mi experiencia me enseña cada instante por qué camino no andar y qué camino desconfiar, lo siento, volví a caer en el mismo camino, el camino turbio y rocoso, un camino desconfiable. Siempre dicen que es malo enamorarse, y más malo de esas personas mal indicadas, que es mejor vivir "la vida loca" disfrutar al máximo cada instante, conocer y disfrutar. Lamentablemente ese no fue mi caso, me gusta la honestidad, la vida tranquila, el amor sincero y duradero, sé que existe y anda por ahí, y tal vez para mi mala suerte esa fortuna es inexistente en mí. 

Me rompí como rama en un invierno de aires fuertes, de aires difíciles y mi esperanza quedo igual, igual de rota, igual de dramática, quede roto y esa poca fuerza que quedaba en mí tiene miedo de más fracasos. ¡Lo olvide! Casi lo olvido por un instante... Hay que recordar lo bello y escudarse, tengo que dejar atrás todo lo inservible y empezar de nuevo.

Pero duele. Me siento mal. 

¡Dios!, sólo recuérdenme no olvidar lo bello, por favor, tengo que salir de aquí.