¿Alguna vez haz sentido esta ansiedad?

Te tiemblan los brazos, y el hueco ese del estómago no deja de molestar ¿Cierto? 

Es difícil, dejar ir todo, dejar que se vaya y cada quién encuentre su destino, lo más difícil es que en ese camino que fuiste creando, se interpuso un gran obstáculo, alguien que confundió todo, que arruino todo, que destruyo todo... es como una gran ola de fuerte viento, que a su paso destruye, consume, acaba con todo, con tanta fuerza y odio que se consumió ese pequeño lugar, ese pequeño lugar se hizo trizas. 

Ahora levanta cada pieza, cada polvo de ti, levántalo y pégalo en tu alma, trata de armarla, pieza por pieza trata de armar tus sentimientos. 

Estoy cayendo en un vacío ¿no lo entiendes? Quiero caer, déjame caer, quiero llegar hasta el final de ese oscuro precipicio, a lo mejor al final esta la luz, a lo mejor todo este martirio en mi caída tendrá algo bueno al final del camino. Ya no tiene solución, dejaste abierta la puerta, y entro un extraño, un extraño con grandes ganas de matarme, y te quedaste ahí, mirando como cada herida sangraba mi cuerpo, mirando como cada parte de mi se caía a pedazos, mientras tú te veías tan bien... 

Mientras no sentías la misma desesperación yo sentí que moría ¿Me puedes dejar así? Entiende que el dolor es mío, y debo curarme como tenga entendido hacerlo, hay que luchar, siempre la gente lucha por su vida, ¡Quiero sobrevivir a esto! Todos lo hacen ¿no? No se acaba el mundo. 

Mira que bonito es el cielo, y luego volteó a ver mis pies, todas esas miles de piezas de un rompecabezas desarmado, ¿Cuánto tiempo me costará armar todo esto? Tal vez mucho, tal vez poco, pero intentaré por la primera pieza, siempre odie los rompecabezas. 

Ese rompecabezas es mi sentimentalismo, mi autoestima, mi apego, mi alma, y creo que mi corazón, por Dios ¿Mi corazón? ¿En serio están los sentimientos ahí? Yo los siento en el estómago, y son muy molestos, de verdad los odio ¿por qué no inventan medicina para estos momentos? Porque no solo aplaudo y este dolor se apaga. Este dolor es tan fuerte como nunca, ojalá tuviera esa misma frialdad de no sentirme así, tan destruido, tan acabado. Pero soy tan fiel, que no me engaño ni a mí mismo, sé qué soy débil, y no me gusta ser así, pero sigo aprendiendo...